sábado, 4 de octubre de 2014

Reventadas mañaneras

10 de la mañana, Galdakao, después de que el de siempre llegue tarde (omitiré el nombre, se le sigue queriendo), nos juntamos los cuatro:

- Hoy suave que no ha pasado ni una semana desde que hice la maratón y todavía no estoy recuperado. A parte, llevo casi dos meses sin tocar la bici (Gon).
- Sí por favor, suave que tengo las piernas muy pero que muy cargadas (Dan).
- Oye, en serio, suave que anoche salí (Yo).
- Sí cabrones, ritmo tranquilo que yo también salí con Arkaitz (Guti)

Hasta aquí todo normal, cuatro llorones poniendo excusas de antemano. El caso es que durante los primeros 20 kilómetros a pesar de llevar un ritmo más que alegre hemos ido charlando y echando unas risas.
Momento "espejismo"


Pero de repente, no sé si alguno le ha sentado algo mal o por qué ha sido, pero uno de estos tres fenómenos ha roto con este buen ambiente y ha empezado a tirar como si no hubiera un mañana. Pero lo peor es que nadie ha dicho nada, que a pesar de pedir todos que fuéramos "suave", los siguientes 60 kilómetros han estado plagados de tirones, acelerones y latigazos por parte de los cuatro, incluyendo la subidita desde Artea a Zeberio en plan "si te quedas atrás aprieta culo, te espero arriba". De vez en cuando se escuchaba algún "estoy reventado" que era respondido por parte de alguien con un potente cambio de ritmo. Así somos.
Lo habitual, uno tirando a muerte y los demás a rueda


Después de 83 kilómetros he llegado a casa muy satisfecho, contento de haber rodado con esta gente y encantado de este duro entrenamiento salpicado de muchas risas. Que se sucedan más días de estos.

Eso sí, ¡Qué pasará el día en el que nuestra actitud inicial sea la de "hoy os voy a sacar los ojos!"?
Por cierto, la mariscada de después me ha sentado fenomenal.

viernes, 3 de octubre de 2014

Trilogía acuática (casi). Estamos de vuelta

Dos meses parado. Molestias en el pie que no cesan. Entre medias unas vacaciones que nos hemos pegado en Cuba. Ahora parece que la cosa va algo mejor, por lo menos ya voy sacando la bici a pasear un par de días a la semana, bueno, "de paseo" cuando voy solo, porque el otro día salí con el bueno de Txopo y no veas como me apretó los machos, que falta me hace. También he ido algún día a nadar, poquito, mil metros...¿Para qué más?
Pero lo que no he hecho aún, ni a corto plazo tengo previsto, es correr. Hay que dejar pasar pasar más tiempo para no recaer. A todo el que veo pasar corriendo a mi lado le miro con envidia, pero qué le vamos ha hacer, así es la vida.

Otra de las cosas que tenía aparcadas sin motivo aparente y que recientemente he retomado es el surf. Con (casi) tres sesiones en menos de una semana. El primer día baño tranquilo para ir retomando el pulso al tema, cuatro babas y otras cuatro olas largas que se dejaban hacer. Buen rebautismo.
Segunda día con una mar que iba subiendo cada vez más. Dudaba entre dos lugares y creo que finalmente no acerté. Dos olas bastante decentes y comidas de series como un campeón.
Y el tercer día, ya con un mar bastante gordo me desplazo a una playa resguardada. Me vuelvo a casa sin mojar el traje. Olas grandes, mucha corriente, cerrotes y pocas ganas de pelear con esas condiciones. Es lo que hay. Habrá más día, pues las marejadas de otoño son constantes.