martes, 17 de junio de 2014

HIRU HAUNDIAK. Crónica

Lo que debería haber sido la culminación y realización de un sueño, acabó siendo poco menos que una pesadilla y una tortura. Acabé, sí, pero no como a mi me hubiera gustado, ni mucho menos.

Muchos nervios durante la tarde, apenas puedo conciliar el sueño durante algo más de una hora. Me lleva Maitane a Gopegi, localidad desde donde parte esta carrera bianual a las 12 de la noche del viernes. Mucha gente, 1700 deportistas inscritos.
Últimos preparativos

Dan la salida y los dos primeros kilómetros, hasta llegar a Murua, se hacen trotando suave suave, a modo de calentamiento mientras muy poco a poco se estira el grupo (es muy difícil ir solo durante los 100 km). A partir de aquí entramos en terreno montañoso, por una pista forestal con una tendida pendiente muy llevadera que me llevará a la Cruz del Gorbea en una hora y 54 minutos. Eso sí, arreciaba el viento y la mayoría hemos tenido que ponernos el cortavientos. Al perder altura de nuevo será devuelto a la mochila.

Iniciamos la bajada, inmediatamente al pasar el collado del Aldamiñospe, en el kilómetro 11 más o menos, al adelantar a un corredor por una senda me tuerzo completamente el tobillo derecho. Mucho dolor, e incluso más de una lágrima de rabia e impotencia. No me lo puedo creer. ¿Por qué corro? ¿No puedo esperar a una pista, o incluso a que se haga de día, sobre todo teniendo en cuenta que mi frontal alumbra lo mismo que una vela? Me echo a un lado del camino y dejo que me pasen tropecientos corredores. Sigo de manera lenta intentando buscar soluciones, esperando que cese el dolor. Decido tomar un ibuprofeno y seguir, veremos como evoluciona el tema.

Llegamos a Ubidea por sencillas pistas, donde tenemos un avituallamiento líquido y donde reina el buen ambiente, con mucha gente animando a los corredores. Repongo los botellines y la siguiente parada es Otxandio. Ya antes de llegar aquí noto que por momentos en vez de andar deambulo, se me cierran los ojos, me estoy quedando dormido. Vaya día el mío...o mejor dicho, menuda nochecita. Y para rematar, unos dolores en la parte externa del pie izquierdo me empiezan a preocupar.
Otxandio se situa en el km. 27 de carrera, fin de la primera etapa y primero de los dos escasos avituallamientos sólidos. Llego a las 4:15 y me tomo 15 minutos de descanso para comer y sobre todo para beber Coca-Cola.
Avi de Otxandio

Sigo mis pasos hacia Urkiola, y otra vez lo mismo. Malísima la hora y media que tardé en llegar a Urkiola. Iba pensando en echar una siesta en el avituallmiento líquido junto al santuario y que me despertaran al de media hora, pues así no estaba en condiciones de subir al Anboto. Lo bueno que antes de llegar ya empezó a clarear, así que me espabilé un poco. Después, los ánimos de la gente hizo el resto. Ahora tengo unos tres
Asoma Anboto
kilómetros y medio de agradable pista para ir despertando y ver cómo me acerco a la base de este carismático monte que hacía un porrón de años no subía. Esta vez lo haré por Pagozelai, en una empinada subida de 700 metros con 300 de desnivel positivo, primero por un hayedo y después por la roca desnuda.
En la brecha de Agindui, a 40 metros de desnivel de la cima, justo antes del tramo más complicado, tenemos el control, y a continuación descenderemos un poquito más a la derecha de por donde hemos ascendido. Esta ha sido la novedad de este año, ante los riesgos que suponía bajar a más de mil participantes por el espolón sur (ya hubo que lamentar algún daño en la pasada edición) se decidió variar el recorrido. Para mi, personalmente, es una decisión acertada. Aún así, el que quisiera, podía subir hasta la cima si quería.
Me pregunto cuantos hicieron los diez míseros metros de desnivel que faltaban desde el control de Aizkorri hasta su cima...yo no, y los que estaban a mi alrededor tampoco. Lo dejaré para otro día.

Bueno, hago el descenso sin problemas y llego al avi de Zabalandi. Tremenda desde aquí la vista hacia Anboto. Al de un rato nos metemos por un bosque y volvemos a ganar altura hasta llegar al control del monte Oriol. Vuelta a bajar, esta vez el puerto de Kurtzeta. El dolor del tobillo derecho parece que ha desaparecido, aunque sigue muy rígido. Sin embargo, el dolor en el pie izquierdo aumenta. Cada paso que doy es un pinchazo que sufro. Me tomo otro ibuprofeno.

Acometo la subida a Jarindo, desde aquí ya solo queda algo de llaneo y una posterior empinada bajada que me lleva al Km 60, Landa, fin de la segunda etapa y último avituallamiento sólido. Aquí están Maitane y mi ama, y solo quiero llegar, enseñarles los pies y escuchar "venga, vámonos a casa, así no puedes seguir, ya has hecho suficiente". Pero la realidad es que fisicamente, tras casi 11 horas de actividad, me encuentro perfectamente. Me quito las zapatillas y calcetines y efectivamente el tobillo derecho está como una bota. Ninguna novedad. En el pie izquierdo no hay ninguna marca ni nada (todavía) que indique que esté mal, pero puedo jurar que sentía mucho dolor. Así que por parte de Maitane "venga, adelante, es todo mental, lo estás haciendo estupendamente bien", mientras que mi ama, más conservadora, "en dos años se vuelve a hacer la carrera, estamos todos muy orgullosos, no fuerces".
Buscando a mis chicas...

Vale, ya las he encontrado!!

Como algo (hasta ahora solo he comido una barrita, un par de gominolas, un plátano y algún gel), me cambio de camiseta, calcetines, zapatillas y tras charlar un rato y recibir los últimos ánimos, tras 40 minutos, a las 11:35 me voy. El sol ya comienza a apretar, me gusta el calor. De vez en cuando me conecto a internet y recibo y contesto a las innumerables muestras de ánimo y apoyos que me mandan los amigos de la cuadrilla y los de equipo. Muchas gracias a todos, una pesada!!!
"¿Te llevamos?" Aún no...


Cambio de ropa

Vuelvo a dejar la mochila y.....

Aguuuur!!


Yo creía que desde aquí, inicio de la tercera y última etapa, en una breve subida alcanzaríamos los famosos molinos. Pero para nada, en un claro me fijo que éstos están a tomar por saco, concretamente a 14 kilómetros. Que bajón, y encima me aparece la segunda crisis de sueño. Que mal, que mal!!! Me tomo un cacharro de esos que se supone que te dan energía para cinco horas y parece que este estado de somnolencia total no dura más de una hora. Tras una intensa subida con un par de repechazos por fin llego a Mugarriluze, lugar donde se encuentra el primero de los 78 molinos que componen el parque eólico que debemos dejar atrás a traves de diez kilóemtros y medio de subir y bajar lomas constatemente, siempre en tendencia ascendente. Por cierto, hacía mucho viento y los molinos funcionaban a pleno rendimiento, vaya ruido!

Dicen que a la gente se le hace muy dura esta parte. A mi, la verdad, sin más, ya ni siento ni padezco. Sobre las seis de la tarde, habiendo dejado este tramo atrás, llego a Urbia, para mi sin ninguna duda el lugar más bonito que he visto durante los 100 kilómetros de aventura. Precioso, a los pies de la sierra de Aizkorri, nunca había estado en esta zona y no tengo ninguna duda de que pronto volveré.
A todo esto, hace un rato he intentado contactar con Artetxe, que me iba a esperar en la base del último "grande" que me queda, para decirle que se vaya, que voy más tarde de lo inicialmente previsto. De todas formas, muchísimas gracias por todo, eres un crack.

La subida a Azkorri, divertida, ya son los últimos calentones a las piernas. Mucha piedra, generosa pendiente, bonitas vistas. Llego arriba y ya solo me quedan 10 kilómetros de bajada con un breve repechito. Al principio voy suave porque Maitane aún no ha llegado y quiere verme llegar. En cuanto me avisa que ya está, acelero durante los últimos cuatro kilómetros. Adelanto a gente, no me importa. le pego un toque a Gontzal, que lleva muchas horas preocupado, "Gon, ya no me queda nada, eskerrik asko por todo, de verdad". Por fin llego al pueblo y antes de pasar por meta a las 20:50 me fundo en un sentido abrazo con Maitane. Lo he logrado, he conseguido acabar la HIRU HAUNDIAK. 100 km y 5126 m+.
¿Te vienes txapeldun?




Tuve muchas dudas, pero una cosa que mi dijo el bueno de Iñaki, uno del equipo, me hizo tranquilizarme en cierta manera... "Arkaitz, ahora todo es mental, el cuerpo ya lo tienes entrenado". Y era verdad, pues acabé muy bien, sin agujetas al día siguiente ni fiebres durante la noche ni nada de cosas raras.
Muchas veces había leído aquello de "el dolor es para un instante, la gloria para siempre" o "si no paras te dolerá un rato, pero si paras te dolerá toda la vida". El caso es que ir como iba durante 89 kilómetros me parecía una irresponsabilidad, pero bueno, espero que esto no tenga consecuencias más allá de dos semanas en reposo.
Pie izquierdo, ahora sí que ya con marca
Tobillo-bota derecha



En dos años volveré, e intentaré demostrarme que puedo hacerlo en mucho mejor tiempo. O al mneos realizar el recorrido sin problemas físicos, con eso me conformo.

viernes, 13 de junio de 2014

Quedan horas...

Ahora sí que sí, por fin ha llegado el día. Podría decir muchas cosas sobre cómo me siento: la fiebre que tenía el martes ha desaparecido, va ha hacer calor (lo prefiero antes que el frío), desde que era adolescente no pesaba lo que peso ahora (77, 8 kg, no es para tirar cohetes pero el los últimos años he rondado siempre entre los 81 y 85 kg), bajo las cuestas más lento y torpe que nunca, me preocupan algo los pies y las pequeñas ampollas que tengo, etc etc etc.

Pero prefiero resumirlo todo con tan solo dos palabras: ESTOY ACOJONADO.

Creo que tengo todo ya más o menos preparado, e incluso las decisiones importantes, caso del calzado, tomadas. hasta el km 60 (Landa) calzaré las Asics Fuji Trabuco, que la s llevo comodísimas pero noto que no me agarran nada. Por eso, los últimos 40 km (incluyendo Azkorrri) los haré con las Scott, un modelo con más agarre y estabilidad en ese tipo de terreno de roca. Ojalá.

En menos de seis horas con cada kilómetro recorrido, con cada zancada, con cada pequeño paso estaré un poquito más cerca de cumplir un sueño. Llega la Hiru Haundiak.

También se puede seguir on-line en http://hiruhaundiak.livetrail.net/. Por cierto, mi dorsal es el 1391
Nos vemos!

miércoles, 11 de junio de 2014

Carrera de Montaña de Zierbena

Si dentro de cinco días toca la Hiru Haundiak, el domingo 8 de junio tomo parte en la Carrera de Montaña ya estuve hace tres semanas.
de Zierbena, que la podríamos denominar como la "Hiru Txikiak", pues también ascenderemos a tres montes, en este caso más modestos, como son el Punta Lucero, Montaño y Serantes. En los dos primeros casualmente

El tema es que después del triatlón de ayer sábado en Aritzaleku, hoy tocaban tres horas por el monte a modo de disfrute. Pero el miércoles mi amiga y ex-compañera de trabajo, Rosa, me invitó a esta carrera en la que ella colabora cada año. No podía negarme....ni quería, además se ajusta a lo que tenía pensado, 23,5 kilómetros y 1100 metros positivos. Para rematar, día de sol y de calor, así que Maitane estará esperándome en la playa cuando acabe.

Salimos a las diez de la mañana y en media hora más o menos llego al Punta Lucero, al que se puede subir corriendo en su totalidad. Y así lo hago, pues la fuerzas están intactas. Comenzamos a bajar y noto que se me recalientan los pies, así que opto por aminorar el ritmo. Me pasa gente, no pasa nada. En un cruce me encuentro con Aritza, el chico de Rosa, el cual también está colaborando en la carrera. Le agradezco los ánimos y quedamos para después.

Recorrido
Bajamos a la playa, Maitane ya está tostándose al sol, ha visto pasar a unos cuantos y creía que yo ya había pasado... Claro, había visto a los primeros que iban volando...Muy optimista ella.
Seguimos hacia el Montaño por asfalto. Esta carrera es muy asfaltera, bastante rápida, al menos en los dos primeros tercios del recorrido.
Dejamos el asfalto por un rato y damos paso a una combinación de senda y pista bajo un calor que ya empieza a apretar. Llego a un avituallamiento y me doy cuenta de que el agua ya está caliente. No pasa
nada, bebo un poco y el resto me lo echo por encima...que gusto!!
Supero una empinada pala y hago cima. El descenso es primero por una senda algo técnica, pero luego accedemos a una pista por la que se puede bajar muy rápido. A gusto.

Llegamos al bidegorri y de nuevo por asfalto iniciamos la subida hacia el barrio de La Cuesta, donde se encuentra la salida y llegada. Al pasar me pregunta Rosa a ver qué tal voy. Contesto que bien, y es la verdad. Prefiero el calor al frío.

Sigo hacia delante para rematar la carrera con el último monte del día, y el más alto de los tres, el Serantes. No creo que lo subiera demasiado lento, pero noté que se me atragantó, que iba atrancado. El Serantes me trae muchos recuerdos de cuando íbamos con el colegio todos los domingos al monte. En la ocasión que visitamos esta montaña mi hermano Aitor hizo una de las suyas, tendría unos cinco o seis años y lo subió a toda leche. Claro, llegó reventado después de su alarde...¿Consecuencia? Pues que mi ama lo tuvo que bajar a burriquitos.
Y la verdad, a mi hoy que mi ama me hubiera descendido desde la cima no me hubiera importado, jejeje, pues otra vez empecé a notar que se me recalentaban en exceso los pies, por lo que decidí dejar de correr e ir andando durante un rato.
Completamos los últimos cientos de metros por asfalto y cruzo la línea de meta. Avituallamiento sólido, líquido, posibilidad de recibir masajes, camiseta de regalo...y todo por cinco euros.
Y encima la playa al lado para que después de ducharme me pegara una buena insolación.
Ni sé el tiempo que hice ni el puesto logrado, pero supongo que en mi línea.
Eso sí, me traje un par de ampollitas pequeñas para casa que espero que se recuperen para el viernes. De lo contrario, sería para matarme.


lunes, 9 de junio de 2014

Triatlón Sprint de Aritzaleku. MI DEBUT

Bueno bueno bueno...un bautizo en un nuevo deporte es lo que tuve este pasado sábado en Aritzaleku. La historia comienza el viernes cuando siete días después del Raid de Estella vuelvo de nuevo a esta bella ciudad navarra para alojarnos en su camping. Voy con Guti, aunque allí ya nos están esperando unos cuantos miembros del equipo y familia que van a participar en el medio Iron Man. Sergio y yo nos conformamos con el triatlón en modalidad sprint.

A las ocho de la mañana, tras un breve desplazamiento, ya estamos en el camping de Aritzaleku. Durante la madrugada a caído una tromba de agua impresionante, aunque este sábado amanece soleado y caluroso.
Muchas dudas, sensaciones raras, inseguridad. ¿Cómo saldrá todo? Afortunadamente tanto mi compi Sergio como Guti, que ha venido a vernos, me resuelven todas mis inquietudes y me dan algún consejo.
Vaya calooooooor...

Nos ponemos el neopreno y esperamos en la orilla del lago a que nos den la salida para afrontar los 750 metros a nado. A última hora le digo a Sergio que me voy a una esquina, no quiero peleas y agobios en mi primer día de triatlón, así que le dejo en el medio ya que él nada muy bien.
Pistoletazo y al agua!! Entré el último yo creo, y sin lugar a dudas soy el que me metros nadó, pues iba bastante abierto. A parte, notaba ansiedad cuando metía la cabeza en el agua, por lo que tras los primeros 20 metros no volví a meter la cabeza en ninguna brazada, todo un derroche de técnica como podeis imaginar. Tras cruzar la primera bolla el grupo ya se ha estirado y me meto en el meollo. Un par de caricias con otros competidores pero seguimos hacia delante. Aún así, noto que cuando aprieto adelanto a gente. Decido tirar más de brazos que de piernas para ahorrarlas para la bici, y al salir del agua me doy media vuelta y observo que a pesar de todo he salido bastante bien y que queda mucha gente en el agua.
Cuestaza entre los ánimos de la gente y a por la bici.

Qué decir de este sector. Fatal!!! Desde la primera rampa ya estaba retorciéndome y con la respiración por las nubes, mal mal. Era un circuito circular de 20 kilómetros con tres tramos de subida, dos duras y una más liviana, que impedía poder adquirir un ritmo constante. Y por supuesto, muy difícil que se formaran grupos. Tan solo hubo un rato en donde me enganché a otros tres triatletas durante algún km, hasta que empezó la última subida en la que me dejaron. En este sector perdí muchas posiciones, calculo que solo adelanté a uno que lamentablemente se cayó, a otro que pinchó, a un par de tíos cargados de peso que hacían el camino de Santiago en bici y a otros dos o tres que andaban como yo. Se nota la falta de kilómetros.

Acabo estos penosos 20 km y comienzo el último sector de 5 kilómetros a pie, que la verdad, creo que lo defendí más que dignamente recuperando alguna posición. Había que dar dos vueltas a un circuito que tenía una subidita tendida de las que me gustan.

Finisher!!
Tras una 1 hora y 28 minutos cruzo el arco de meta en la posición 157 de 302 que comenzamos esta aventura, aunque solo llegaron dentro de tiempo 267 triatletas. Ahí estaba Sergio esperándome, me pregunta a ver qué tal y mi primera respuesta fue "fatal, un desastre". Clasificación completa AQUÍ.

Sin embargo, pasado un rato, empecé a recapacitar y creo que no ha estado tan mal. Si nado con confianza y entreno más la bici pienso que puedo mejorar bastante.
Y sobre todo rendiré mejor si me cuido en la víspera y no hago como esta vez, que solo cené un paquete Pelotazos y otro de Doritos acompañados por dos cañas de cerveza, mientras que tras dormir cinco horas solo comí una barrita energética a modo de desayuno.

Después de ver un rato a los máquinas del equipo (Iban, Ego, Iñaki, Guti, Txerra, Santi, Gon y Borja) como se batían el cobre el muy exigente medio Iron Man me volví poco a poco a casa para descansar para el día siguiente en el cual tenía previsto hacer la Carrera de Montaña de Zierbena ( 23,5 km).

Para rematar, os dejo con el el vídeo que hizo el gran Guti, un crack. En un minuto y cuarenta y seis segundos me llama de cuatro maneras distintas, Arka, Ruizman, Cabrón y Ruizinho. Muchísimas gracias por tus animos, eres un crack! Atentos al minuto y seis segundos, lo que dice de mi no tiene desperdicio, jajajaja.





jueves, 5 de junio de 2014

6 montes 6

El pasado martes salió un día perfecto para correr por el monte. Temperatura agradable y sol, buena combinación para hacer unos kilómetros. Este ha sido el último y uno de los pocos entrenos más o menos largos antes de la Hiru Haundiak. Disfrutando, suave suave, acabando con ganas de más. Eso es bueno, creo. A partir de ahora a bajar la carga para llegar con mucha hambre de kilómetros a la salida en Gopegi el próximo viernes a las doce de la noche.

Comienzo esta ruta en Basozelai, Basauri, un lugar habitual desde donde parten muchos de mis entrenamientos. Tras ganar altura a modo de calentamiento paso cerca del Gaztelu y Malmasín, optando por dejar estos dos montes para el final.
En la siguiente foto, sacada desde el Gaztelu se puede ver más o menos gran parte de la ruta que voy a hacer.

Pastorekorta a la izquierda, Ganeta el de las antenas, con el Pagasarri a su izqueirda. Biderdi se ve a lo lejos, justo antes del Ganekogorta.

Paso por el barrio Buiagoiti y bajo al Consorcio de Aguas. Desde aquí sin apenas descanso inicio la subida que lleva hasta el collado del Pastorekorta, donde giraré a la derecha y en un sube y baja de 10 minutos llegaré a la cima del Pagasarri.
Una vez en el Paga, son tan solo cinco minutos los que tardo en llegar al buzón del Ganeta. Bajo al collado que unen ambos montes y por la derecha sigo perdiendo altura hasta un cruce de caminos.

En el cruce tomo dirección Ganekogorta. Pues nada, otra subida sin descanso. A medio camino me salgo de la senda para atacar de manera directa la cima del Biderdi (877 metros), vecino del precioso Ganeko, el cual lo dejaré para la próxima vez.
Ganekogorta desde el Biderdi
Voy corriendo durante un rato por el cordal en dirección contraria al Ganeko, ya estoy dando media vuelta. Una gozada, eso sí, este tramo mejor evitar con niebla o lluvia, pues estamos junto a impresionante cortado de muchos metros por el cual debemos ir con cuidado.
Pierdo metros por una vieja senda que me deja de nuevo en el camino y llego de nuevo al cruce de caminos.
Aquí pillo una pista que pasa por la falda del Pagasarri, por la cual es una verdadera gozada correr y que me dejará una vez más en el collado del Pastorekorta, que es mi siguiente objetivo. Esta vez decido subirlo por su cara menos dura y bajar, sí, por ese pedazo de palón.

Ya solo queda pillar otra vez la pista principal e ir volviendo a Basauri, para desviarme primeramente a la derecha para ascender al Malmasín. Retomo de nuevo la pista y tras tres minutos otro nuevo desvío para rematar la jornada con el Gaztelu, al cual accedo en un plis-plas.
Desde aquí hasta Basozelai tan solo tendremos 10 minutitos máximo de bajada.

En total, unos 25 kilómetros y 1300 metros positivos.

El enlace en wikiloc pinchando AQUÍ.



lunes, 2 de junio de 2014

Raid de Aventura Ciudad de Estella

Lo bueno de los raids de aventura es que unos días antes de la disputa de la prueba podemos comenzar con las risas, y es que tan solo hay que pararse a leer durante un rato la lista de los nombres de los equipos inscritos para echarnos unas carcajadas.
"Precarios Forever", "Pelé y Melé", "Insert Coin", "Koyote y Correcaminos", "Mariano y Bárcenas", "Al filo de lo...txungo", "Tarde y Mal"...son tan solo un ejemplo.
Iker y yo, por nuestra parte, formamos el equipo "Desorientados Team".
Desorientados Team


Al ser el primer raid para Iker y como yo tan solo he probado suerte en otro, junto a Gon, decidimos tomar parte en la categoría "Iniciación", que al contrario de lo que pensábamos en un principio, la cosa se alargó hasta las cuatro horas y media. No está mal, aunque nosotros sí que somos muy malos.
Imposible que no surjan problemillas de última hora

Nos dan la salida y primero tenemos que picar unas cuantas balizas por la ciudad. En total hicimos 9 kilómetros a pie, muy muy rápidos. Recuerdo que durante más de un tramo estuvimos rodando a 3:50 el km. Como pollos sin cabeza, pues la estrategia no fue adecuada e hicimos más metros de lo debido.
Durante este tramo hicimos varias pruebas especiales, como una de zancos de la que se encargó Iker, otra de memoria que hicimos los dos (acertando a la primera, yeahhh), y una de espeleología.
Para no variar, no llevamos todo el material. Sin ir más lejos, al llegar me di cuenta de que se me había olvidado el casco (muchas gracias a la organización por prestarme uno). Tampoco llevamos frontal, necesario para la prueba de espeleo, que se la cedí a Iker porque a mi el tema ese de ir arrastras y sin apenas espacio en una cueva como que no me gusta. Como acto de buena fé, le doy mi móvil y le activo la linterna. Al de cinco segundos de entrar sale de la cueva "con esto no se ve nada!!!". Un voluntario amablemente nos presta su frontal. Pica la baliza y con un pleno hasta el momento nos vamos a boxes a pillar las bicis.

La verdad que el tramo a bici lo hicimos relativamente rápido y encontrando todas las balizas. Pero de nuevo fallamos en la estrategia, pues al ir a hacer la prueba especial de kayak (la hubiera hecho yo) nos dice el encargado que estamos fuera de tiempo por quince minutos. Joder!! Que rabia!! Ni nos habíamos fijado que cerraban a las 13:15, demasiada información a tener en cuenta...supongo que es lo que tiene ser novato.
Lo ideal hubiera sido haber ido primero a por el kayak y después darle a los pedales, pero no pudo ser.

Después de unos 20 kilómetros en bici, iniciamos el último sector, el de correr por el monte. Durante un par de veces nos damos cuenta de que estamos perdidos, con lo cual perdemos bastante tiempo, aunque finalmente comenzamos a picar balizas. Un par de ellas se nos escaparon, una pena. Volvemos a meta contentos y allí nos dicen que en este último sector tenemos "cero puntos" por haber vuelto a llegar fuera de tiempo. No me lo puedo creer, vaya par de cazurros. Para finalizar, es Iker el que hace una vía de escalada en el recódromo del polideportivo para conseguir nuestros dos últimos puntos.

Picando una baliza

Parece que no, pero al volver a casa nos damos cuenta de que estamos cansados. En este tipo de pruebas tan activas y dinámicas pasan los kilómetros y las horas y ni te enteras. Y más con Iker, el hombre-brújula, que a parte es un portento físico que me sacó los ojos con la bici. No ganamos, ni mucho menos, pero el buen ambiente y las risas estuvieron todo el rato presentes.
Vaya dos...
 Y aquí el vídeo con lo poco que grabamos:

domingo, 1 de junio de 2014

Mayo....va llegando el momento

Acaba mayo, lo que supone que la Hiru Handiak quede a menos de dos semanas. Confieso que deseo que llegue ya el día, si por mi fuera la haría mañana mismo. Bueno, mañana no, pues llevo tres o cuatro días con dolores de garganta y cabeza. Mejor ahora que no dentro de diez días...
Hoy en teoría tocaba el último entreno largo de cinco horitas, que obviamente lo he descartado debido a mi estado. Veremos si puedo hacerlo mañana o pasado...
El Raid de ayer (mañana publicaré la crónica) me acabó de rematar.

Para finalizar, os dejo con los datos que ha dejado mayo:

2 sesiones de spinning
10.850 metros nadando
39 km y 250m+ por asfalto
242 km y 2.990m+ en bici
141 km y 7.830m+ por monte

Va incluido la carrera de Apuko Long Trail, por eso me han salido pocos kilómetros corriendo (molestias y cansancio post-carrera) y más metros de nado que nunca.
En fin, que ya está casi todo el pesacdo vendido.