domingo, 27 de octubre de 2013

Los Masai

Viene de AQUÍ.
26 de junio.

Después de desayunar iniciamos nuestro traslado hacia Masai Mara. Muchos de los parajes por donde pasamos me recuerdan a Euskal Herria con sus bajas montañas y tan verdes.
El viaje por momentos se hace algo pesado, así que unos momentos de relax nunca están de más.

Maitane, Patry y Lara

Nano, Kika y Maitane

Poco a poco ya vamos viendo la sabana africana, por lo que deducimos que nuestro campamento ya está cerca.


Según nos informa Itziar, nuestra guía, el campamento está en pleno Masai Mara, en el área de conservación concretamente (en en el parque no se puede acampar) y a 300 metros de un poblado masai. En realidad Masai Mara no es más que una prolongación del Parque Nacional del Serengueti (Tanzania). Cuando el gobierno keniata creó el Parque de Masai Mara echó a los masais de esas tierras, creando para ellos la zona de conservación. Poco a poco este pueblo se va quedando sin tierras para su ganado, por lo que su prosperidad se dificulta sobremanera. Por supuesto, no hay barreras y los animales no entienden de reservas naturales, parques ni zonas de conservación.
Nuestro campamento


Las neskas, con nuestra guía Itziar a la derecha
Lo primero que hacemos es instalarnos y....comer.

Después conocemos a Peter, un masai del poblado de al lado. Peter es su nombre occidental, su nombre masai no lo recuerdo, pero si sé que era impronunciable.

Los masai utilizan unas ramitas de unos árboles para limpiarse los dientes. Como no, todos lo probamos.




Nos lleva a que visitemos el río Mara, que está muy cerca del campamento. Vamos!!



Pero, ¿A dónde va Maitane?

Ah vale, a posar con la cebra. Venga, vente para aquí y no nos separemos de los demás...

Llegamos al río y sorpresa....está lleno de hipopótamos!!!!



Haciendo el chorra

Aquí os dejo un vídeo, la verdad que ver por primera vez a un animal de estas características en libertad es motivo de u subidón de adrenalina impresionante.

El hipopótamo es el tercer animal terrestre más grande, detrás del elefante y del rinoceronte. Es herbívoro y semiacuático, habitando fundamentalmente en ríos y lagos. Durante el día descansan en el agua o en el fango, mientras que a la noche se vuelven más activos y salen a comer hierbas terrestres, en el caso de estos hipopótamos pastarán al lado de nuestras tiendas,jejeje. A posteriori me enteré de que los hipopótamos adultos son bastante agresivos y hostíles, también con los humanos, habiendo constancia de ataques a personas y barcas.
Aquí otro vídeo para que os hagais una idea del sonido que emiten.


A continuación Peter nos lleva a visitar su poblado. Llegando nos reciben los niños con ganas de jugar. Realmente fueron unos momentos muy emocionantes, inolvidables.









Un vídeo con ellos

Los masai son probablemente la tribu más famosa de toda África. Se estima que son unos 880.000 los masai que viven entre Kenia y Tanzania. Es un pueblo nómada que se dedica al pastoreo y que también comercia con el ganado, por lo que al contrario de los que algunos piensan, mantienen contacto con el resto del "mundo", es decir, que la globalización también la encontramos en los masais en forma de teléfonos móviles, motocicletas, etc.

Su lengua es el maa, aunque también saben swahili, incluso algunos de ellos inglés.
Viven en asentamientos llamados "manyattas". Para saber cuántas familias viven en un poblado basta con contar las entradas que hay a dicho poblado ( si hay siete entradas vivirán siete familias).

Las casas las construyen las mujeres con ladrillos preparados a base de excrementos de animales, paja y barro con el fin de endurecerlas. Las paredes interiores cuentan con unos pocos tragaluces, y nunca ventanas. Las terneras jóvenes suelen dormir con la familia para evitar que beban leche de las adultas.





La estructura social de los masai está jerárquicamente organizada. Se dividen en guerreros, jefes de familia y ancianos (responsables políticos y/o espirituales). Cada una de estas clases posee una serie de derechos y deberes. A los 16 años los chicos se someten a una ceremonia en la que conmemoran el paso a la edad adulta que incluye la circuncisión, y por la cual se convierten en guerreros durante unos cinco años. Van con sus madres a otras edificaciones fuera del poblado a ocuparse de las tareas más fatigosas del pastoreo (de niños solo vigilan al ganado cercano del poblado). Eso sí, el viejo mito de que mataban un león con su lanza en su época de guerrero hoy en día no se da, pues los animales están protegidos.

Con el anciano del poblado


En cuanto a las mujeres, el gobierno prohibió la ablación, pero lamentablemente en algunos lugares todavía se sigue llevando a cabo de forma oculta.

La supervivencia de este pueblo depende en gran medida de la salud, fortaleza y cuantia de sus animales. Rara vez matan ganado para alimentarse, tan solo en alguna fiesta o celebración.

Existe la poligamia y a menudo se pactan los matrimonios a cambio de reses.

Los masai sometieron fueron los grandes dominadores del territorio y sometieron a la mayoria de los pueblos porque eran grandes guerreros y tenían ganado, eran ricos. Según ellos, su Dios, Ngai, creó dos cosas: la tierra y al masai. De esta manera, los masais creen que todo el ganado del mundo les pertenece, lo cual desembocaba en continuas luchas hace unos años con otros pueblos. Añadir que algunos masai se han convertido al cristianismo durante los últimos años.

Después de que un joven masai nos explicó sus costumbres y accedió a responder a cuantas preguntas le hicimos, nos preparamos para ver la famosa danza de los masai. A mi, de hecho, me dieron el bastón de jefe...


Y por supuesto, no puede faltar algún vídeo de sus cantos y sus/nuestros saltos.

Y otro vídeo en el que estoy en pleno pique con otro masai mientras Maitane de fondo se descojona de mi...

Y otro más...

A las chicas, las mujeres del poblado también las cantaron. Detrás se puede ver el chiringito al que nos llevaron después.


Y como no, un vídeo...

Nos enseñaron ha hacer fuego...



Aquí, en este vídeo, los masai haciendo fuego. De fondo se pueden escuchar las explicaciones de Itziar

Para rematar la visita nos llevan a los puestitos donde tienen collares, figuras artesanales, etc. Nos acompañaba un masai que iba cogiendo lo que nos gustaba. Al final del paseo, descartábamos lo que no queríamos y comenzábamos a negociar sobre lo que queríamos comprar. Maitane y yo no somos de comprar souvenirs ni cosas de esas, pero bueno, nos vinimos con una manta masai para mi y un collar para ella. Lo bueno, que una parte de lo recaudado iba destinado a un colegio cercano al poblado, así que bien pagado estaba lo que compramos.


Y hasta aquí nuestra visita al poblado.
ya estaba anocheciendo, así que rápidamente volvimos al campamento. Ya sabeis que los depredadores, y por ende, la mayoría de los animales, son de actividad nocturna.

Después de cenar, fuimos la hoguera que nos habían preparado a charlar un rato. Nos custodiaba un masai y un ránger (metralleta incluida) que no parecían estar especialmente preocupados a pesar de que se escuchaban aullidos (de hienas mayormente) y se podían ver de vez en cuando unos pares de ojos rojos brillantes en la oscuridad.

Acostarse y tener la sensación de que todos los animales de la sabana se encuentran a unos metros de tu tienda es una sensación indescriptible, única.


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