19-06-2013
Como ya es sabido, para subir al Uhuru Peak (Kilimanjaro) hemos elegido la ruta Marangu. Es la más fácil técnicamente, pero el aclimatamiento llevado a cabo no es muy recomendable, pues se gana 1.000 metros diarios, una barbaridad si hablamos de aclimataciones. Es por ello que esta ruta no tiene unos índices muy altos de gente que consigue llegar a la cima. Nosotros, por descontado, haremos todo lo posible por alcanzar el techo de África.
Hemos dormido bastante bien. Desayunamos y comenzamos la marcha. Como acabo de decir, la ruta Marangu es por la que más gente va, pero la verdad que no nos cruzamos con mucha gente. De hecho, la gran mayoría son porteadores y guías, a los que saludamos con un "Jambo" (Hola en swahili). A los británicos y demás que nos dicen "Hi" les correspondemos con un "Aupa" o "Kaixo".
Antes de salir del campamento, vemos una imagen no muy agradable. Están bajando a un oriental en camilla con problemas de mal de altura.
Antes de empezar la marcha siempre nos traen las cantimploras llena de agua, que se encargan los guías de hervirla previamente. Aún así, sin que nos vean (para evitar que puedan ofenderse), echamos una pastilla potabilizadora. A partir de hoy nos meteremos cada unos 4 litros de líquido diarios de media (agua, zumo, sopa,etc.) para paliar los efectos del mal de altura.
El camino va ganando altura sin darnos cuenta, es un paseo. Dejamos de lado el cráter de Maundi, que visitaremos a la bajada. Se puede observar como ya no hay tanta humedad y como la vegetación es cada vez más baja.
Los porteadores siempre salen antes que los clientes para que cuando éstos lleguen al siguiente campamento esté ya todo preparado. La verdad que esta gente hace un trabajo impresionante. Nosotros, lo de siempre, pole-pole. Nunca, debido al ritmo tan tranquilo y agradable que llevamos, he hablado en el monte tanto como estos días.
A ratos podemos ver parte del monte Mkwenzi (5.100m.). Del Uhuru Peak no hay noticias por culpa de las nubes.
Y precisamente a partir de los tres mil y poco metros empiezan a hacer acto de presencia las senecias. Son plantas (no árboles) que no hay en ninguna otra parte del mundo, tan solo en esta zona del Kilimanjaro.
Detrás de Maitane, una senecia. |
Llegando a Horombo. |
Y nada, pues tomamos el té, un poco de lectura y a cenar. Reunión con los guías y desearnos buenas noches. Después de un rato de charleta con nuestros amigos franceses....a dormir!!!
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